viernes, 27 de junio de 2008

Arroba

Créanme que lamento profundamente afirmar en este blog que las primeras intervenciones de la recién nombrada ministra de Igualdad Bibiana Aido me han decepcionado bastante, aún no sé si el motivo es que yo me había creado unas perspectivas demasiado ambiciosas para un ministerio de reciente creación o se trata únicamente del reflejo que le están dando los medios de información que están a la "caza del gazapo" y más en un nombramiento que desde el principio fue tan polémico. No quiero echar más leña al fuego, y aún estamos lejos de la hora de las evaluaciones al fin de la legislatura, pero sí quería hacer una entrada que recogiera mis impresiones personales sobre los temas que en referencia a este ministerio han copado las páginas de los periódicos.

Salvando la anecdótica palabra "miembras" con la que tanto se ha bromeado (creo que un error lingüístico lo tiene cualquiera, aunque sí que es cierto que pagamos asesores que deberían evitar que en los discursos se hagan este tipo de aclaraciones espontaneas), el tema que quería abordar es de si existe o no discriminación de género al incluir el sector femenino de un grupo en un plural en masculino. No creo ser tan rara al afirmar que el uso del género masculino en la formación de plurales me discrimine, entiendo que es una convección lingüistica de nuestro idioma que carece de un género neutro. Es más, como oí una vez, esta referencia "todos y todas", "ellos y ellas",...más que acercarnos al concepto de igualdad de géneros nos separa de él, haciéndo esa separación en un discurso parece que "implícitamente" queremos decir que somos distintos y es necesario su inclusión para no "dejar fuera" al sector femenino. ¿Indica algo en realidad que la palabra "mundo" sea de género masculino y "humanidad" de género femenino? Somos personas, en global se puede hablar de ambas si el contexto así lo indica, y lo importante es que esas palabras indiquen la misma realidad para ambos géneros.

Otra intervención polémica fue la creación de un teléfono para hombres, que inicialmente se interpretó como "teléfono para desahogo de maltratadores", a mi modo de ver hay que expresarse muy mal para que una idea de "creación de una línea de ayuda para solucionar problemas relacionados con el papel del rol tradicional masculino en una familia" se derive en los medios como un concepto completamente distinto, sinceramente. De todos modos , la medida me pareció muy básica como primera actuación contra la violencia de género, esperaba más.

Continuando, la creación de una biblioteca "para mujeres" tampoco a estado fuera de la controversia, tampoco quedó claro en principio que el "para mujeres" fuera la temática de la bibliografía recogida, sino que hasta el propio Ministro de Cultura interpretó como su uso restringido a las mujeres. Le falta esa "transversalidad" de la que tanto presume que goza su ministerio. Igualmente, puede que sea necesario ubicar los volumenes que hacen referencia a estos temas en una biblioteca especializada, no me cabe duda, pero igualmente creo que hay temas que es necesario abordar con más prioridad.

La última de la que tengo constancia es de las declaraciones acerca del uso del velo por parte de las mujeres islámicas, palabras que ante la reacción de las asociaciones islámicas ha tenido que clarificar la vicepresidenta del gobierno. En este tema, mi opinión es que ante todo hay que respetar siempre que se trate de una opción voluntaria y personal por parte de una mujer y no entrañe riesgos contra su salud (por ejemplo soy contraria al tema de la ablación) y no lleve asociado discriminación, por ejemplo de acceso a la educación. Nadie todavía se ha manifestado en contra de que muchas congregaciones de religiosas lleven una vestimenta con "tocado" y que la de muchos monjes no. Siempre que sea voluntario me parece lícito (como la mujer que quiere quedarse en casa y no acceder al mercado laboral por propia voluntad, otra cosa es que quiera y se le pongan trabas para ello). El meterse así con temas culturales y/o religiosos merece caminar con pies de plomo.

Demasiadas aclaraciones, demasiadas polémicas y pocos resultados visibles al ciudadano de a pie, a mi entender.

Finalmente, mi última crítica se refiere a su blog, que gratamente he comprobado que sigue actualizando, que cláramente ha aumentado vertiginosamente su número de visitas. Aunque afirma que se trata de un blog personal, lo cierto es que su últimas entradas casi se limitan a sus actuaciones ministeriales. No he podido comprobarlo, pero el otro día me comentó una persona que entró que los comentarios eran todos positivos, estadísticamente me parece casi imposible, espero que no sea cierto que se filtran (eliminar insultos personales y faltos de educación sí, pero no estos). Ahí sí que me decepcionaría del todo.

No obstante, mi esperanza mantiene la ilusión ante la idea de que institucionalmente se trate el tema de la igualdad (no sólo de género, sino en un concepto mucho mayor), eso me mantendrá a la espera de esos cambios reales tan esperados.

No hay comentarios: