Yo soy un punto en las famosas estadísticas que últimamente salen tanto en las noticias, aquellas que hacen raices cúbicas para que con las 24 horitas del día y los siete días de la semana sacar rato para cuidar y disfrutar de mis niñas y de mi pareja, hacer mínimamente tareas domésticas e ir a trabajar (con reducción a seis horas) y hacer el pino para sacar algo de rato para mí y mis hobbies (como este blog que acabo de empezar)...conciliar todo esto, es un trabajo de chinos, y muchas mujeres no tienen otro remedio que renunciar o aplazar al menos una de estas facetas tan importantes que nos construyen como mujer, estoy hablando en particular de los casos que recogía el periódico El Pais hace unos días cuando hablaba de la cantidad de mujeres con deseo de ser madres que postponen o cancelan este deseo por su carrera profesional o porque no pueden económicamente reducir esta jornada y se ven incapaces de asumir ambas tareas juntas, o como decía el barómetro de las noticias de la 1 hoy, el porcentaje de mujeres que les gustaría entrar en el mercado laboral pero el hecho de tener personas dependientes a su cargo (bebés, enfermos o ancianos) se lo impide, ¿por qué elegir? se puede conciliar, y la sociedad, los gobiernos deberían darnos margenes para hacerlo sin hacer vueltas pinetas, ni con el dinero, ni con el tiempo ni con nuestra propia salud (física y mental).
Es muy triste que casos como los que recogía el periódico El Público hoy, de madres que han tenido que llegar a los tribunales para que sus empresas les reconozcan su derecho a conciliar, su derecho a ser madres y a ser trabajadoras al mismo tiempo.
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